jueves, 5 de julio de 2018

¡Hacia Tôkyô!

Hoy he aprovechado y me he levantado un poco más tarde de lo que estoy acostumbrando en este país. La verdad es que en mi mente pensaba que el bufet libre era hasta las 10 (la misma hora en la que tenía que hacer el check-out) pero resulta que cuando he bajado abajo a las 9.20 estaba ya todo cerrado y es que era solamente hasta las 9. Sí, soy un desastre lo sé. Así que me he vuelto a subir a la habitación para terminar de preparar las maletas e irme hacia la estación. 

Pero, cuando estaba en ello, he recibido una alerta en el móvil, pero estando todo en kanji me ha sido imposible entender más allá de Ôsaka, el día, el mes, el año y la hora. Así que he bajado a preguntarle a la chica del hotel sobre ese mensaje y me ha comentado que ha habido desprendimientos y riesgo de inundaciones en algunas zonas cercanas a Ôsaka pero que en principio no tendría que afectarme a mi. Al rato he recibido otra alerta con algo más de información sobre lo mismo, según la chica del hotel. 
La cosa es que me he ido del hotel hacia la estación bajo la lluvia, con las dos maletas y el paraguas. No sé aún como he conseguido ir con todo, la verdad. Pero por suerte la estación está bastante cerca del hotel andando (con las maletas creo que han sido 10 minutos).
Una vez en la estación, he cogido el tren y me he ido hasta Tôkyô donde ahora me encuentro. Al ser día de viaje la verdad es que creo que se puede aprovechar poco el día. Pero por la tarde he salido a pasear por la zona de Ueno, donde he aprovechado para comer, he estado andando por Ameyoko (ya que mi hotel está en una calle paralela a ésta) y he ido a visitar la que yo llamo la tienda friki de Ueno y también Kiddy Land y pasear por Harajûku así he podido hacerme una idea de todo lo que voy a querer comprarme. 
He alucinado con ciertas manualidades que parece se han puesto de moda ahora en relación al papel/madera y crear tus propias figuras o paisajes como en 3D. Sé que voy a comprarme algunos de ellos. Después de eso, me he vuelto pronto para el hotel y he querido aprovechar el onsen que éste tiene para darme un buen baño relajante. La verdad es que me han encantado estos onsen. Disponen de dos ofuro de agua caliente a distinta temperatura, una de agua fría y también una sauna. 

miércoles, 4 de julio de 2018

Universal Studio Japan

Hoy ha sido un día totalmente agotador pero al que le tenía muchísimas ganas desde hace años y es que como bien dice el título hoy he estado pasando el día en Universal Studio Japan. 
Desde que supe que en Japón habrían este parque e iba a tener la caracterización de Harry Potter, supe sin lugar a dudas que yo tenía que ir ahí en algún momento y hoy ha llegado el día.
Antes de nada he de decir que justo al salir del hotel para ir hacia ahí, me he encontrado que llovía, la verdad es que me ha parecido un fastidio tener que ir todo el día con paraguas pero, por otro lado, creo que eso ha hecho que el parque no estuviera tan lleno y poder acceder a todas las atracciones sin tener que hacer muchas colas.
Por qué sí, he podido acceder sin problemas a todas las que en principio quería subir y la cola máxima que he hecho ha sido de 20-25 minutos y ha sido tan solo al llegar que he ido directa al mundo de Harry Potter como supongo todos y por eso ha habido un poco de cola porque luego he podido subir un par de veces más y la cola ha sido de 5 minutos. Y además, en la zona he podido "disfrutar" de la cerveza de mantequilla. Realmente no me ha gustado mucho pero aún así, tenía mucha curiosidad por probarla pero me ha parecido demasiado dulce y empalagosa. 
Y realmente esa ha sido la única atracción en la que he hecho un poco de cola. Después de pasear un buen rato por todo el mundo de Harry Potter, he querido ver el resto del parque y he ido aprovechando para subir a otras atracciones que tienen en él ambientadas en Spider-man, Jurassic World, Sailor Moon... Y obviamente con su propia tienda cada una de las atracciones con merchandising de cada cosa. Que eso es ha sido realmente mi perdición porque lo quería todo. 
He seguido paseando hasta la zona que está dedicada a los Minions que, quien me conozca, sabe que los adoro y me encantan. De nuevo en la zona de los Minions se ha puesto a llover bastante por lo que han tenido que cerrar una de las atracciones pero he podido subir a la otra y cotillear todas las tiendas y obviamente comprar algunas cosillas.
De ahí, ya agotada de todo el día, me he ido a la zona de la entrada donde en principio hacían un espectáculo y me he estado varias horas ahí esperando. Del agotamiento, mientras esperaba incluso me estaba durmiendo (creo que aún arrastro algo de jet-lag) y cuando ya eran las 8.20 y solamente faltaban 10 minutos se ha puesto a llover y han cancelado el espectáculo. Para compensar, nos han dejado dar una última vuelta por todo el parque y subir una última vez a alguna de las atracciones y yo, obviamente, he aprovechado para ir a la zona de Harry Potter.
Después de eso ya me he ido para el hotel de nuevo a descansar, me he dado un buen baño en el onsen (donde volvían a estar ahí las coreanas pesadas) y ahora me voy a dormir que ya va siendo hora.

martes, 3 de julio de 2018

Arashiyama

Hoy he ido a pasar el día en Arashiyama. Desde hace mucho tiempo tenía ganas de ir a ver esos bosques de bambú pero en los viajes anteriores no había podido ir, así que este era el momento para ello. 

Así que después de desayunar en el hotel en el que tenía bufet libre estilo oriental he cogido un tren dirección Arashiyama que está a un ratito en tren desde Ôsaka ya que primero he tenido que ir hasta Kyoto y después ya hasta Arashiyama.
Una vez he llegado a Arashiyama he ido hacia el bosque de bambú (que básicamente es hacia donde iba todo el mundo). Si en las fotos me parecía bonito, estar ahí me ha parecido todavía más increíble. En medio del bosque de bambú, hay un templo, el Tenryu-ji al que no he dudado en entrar y la verdad es que me ha encantado estar en ese templo, poder entrar no solamente en los jardines sino también en el templo en sí. Eso sí, en ese templo había mucha gente y en ocasiones ha sido un poco agobiante estar ahí paseando.
Después del templo, he seguido paseando por el bosque de bambú y pese al calor que realmente ha hecho en el bosque en sí se estaba bastante fresco y ha sido muy agradable pasear por ahí aunque también había mucha gente la verdad.
Más adelante en el bosque, he visto que había otro jardín distinto, en este caso era el Ôhkouchi Sansou Garden en el que hay la que fue la casa del actor Denrijô Ôkôji conocido por sus papeles de samurai en muchas películas. He de decir que el paseo por esos jardines ha sido precioso, con unas vistas muy bonitas de la ciudad de Kyôto. 
Es cierto que quizás la entrada para ver estos jardines tiene un precio algo elevado (1.000 yenes, unos 8€) pero a la vez incluye un té tradicional japonés y una pasta de matcha en una pequeña casa del té muy japonesa y rodeada del bambú. Así que personalmente me ha gustado la experiencia, la visita y el detalle.
Antes de irme de Arashiyama he pasado por el templo Nonomiya, que en realidad está al inicio del bosque y es totalmente gratuito pero cuando he pasado por él estaba lleno de gente y lo he dejado para más adelante y realmente cuando he vuelto estaba casi vacío así que he aprovechado.
Después de ello ya me he vuelto para Ôsaka y he aprovechado para pasear por Dotonbori e ir a cenar okonomiyaki. Dotonbori es realmente una calle bastante agobiante, llena de gente, luces y restaurantes. El okonomiyaki es la comida típica de Ôsaka (junto al takoyaki) y aunque he pasado bastante calor porque para ese plato sueles tener la plancha en frente para que la comida termine de hacerse. Pero vale la pena.
Y ya para terminar el día, he vuelto al onsen del hotel y ¿adivinad? Estaban ahí las dos mujeres coreanas que han vuelto a estar duchándose mil veces y encima hoy le sumamos que han estado hablando (casi chillando) mientras se estaban duchando cosa que bueno, creo que es bastante molesta. 

lunes, 2 de julio de 2018

¡Ya estoy en Japón!

Hoy, después de muchas horas de viaje, he llegado por fin a Japón. La verdad es que el vuelo se me ha hecho increíblemente largo y pesado. Si bien es cierto que hacer escala en Madrid es algo que valoro muy positivamente (aunque espero que si vuelvo a ir, pueda ser en vuelo directo desde Barcelona). 
En cuanto he bajado del avión ha sido todo bastante fácil: cambiar monedas, pillar el poquet wi-fi, validar el Japan Rail Pass (aunque había mucha cola para ello) y cogerme unos oniguiris para el camino. Y cuando iba a ir a buscar el tren dirección Tokyo ha venido un pequeño infarto: además de no encontrar los billetes de los trenes para ir hasta Ôsaka, tampoco encontraba el pasaporte. No sabéis lo mal que lo he pasado durante esos minutos hasta que, por fin, lo he encontrado. He vaciado el bolso entero. Pero lo he encontrado (los billetes no, he tenido que subir a coger unos nuevos) y he podido llegar al tren e irme hacia Ôsaka.
Ya en cuanto he llegado a Ôsaka y me he instalado en la habitación del hotel, he cotilleado todo lo que tenía el hotel en sí y he aprovechado para ir a visitar algunas zonas que no había visto. Me he ido hasta el parque frente a la estación de Tennôji, que lo ponían como un sitio importante a ver y luego me ha parecido algo decepcionante, y también he aprovechado para subirme al mirador del edificio Abeno Harukas que, después de la Torre de Tokyo, es el edificio más alto de todo Japón. Desde ahí he podido tener unas preciosas vistas del atardecer que me han gustado mucho y la verdad es que me he estado un buen rato ahí viéndolo. 
Al llegar al hotel he tenido la necesidad de bañarme en el onsen. Es algo que me encanta de Japón y que echaba mucho de menos. Eso sí, ha sido bajar y encontrarme con dos mujeres coreanas que de verdad... Cuando he llegado al onsen, me he desvestido, desmaquillado... (vamos, que he tardado unos 10 minutos en entrar en la zona de duchas) y durante ese tiempo, ellas ya estaban ahí duchándose. Al entrar, estaban los 4 asientos para ducharse ocupados y pensaba que quizás ellas dos que ya llevaban rato, se irían a bañar, pero ¡NO! He perdido la cuenta de las veces que se han lavado la cabeza: ahora solo champú, luego con acondicionador, luego champú y acondicionador juntos y así mil combinaciones que no llego a entender. Vamos, que al final me he duchado yo y ellas seguían ahí enjabonándose. Me he metido en el ofuro y ahí seguían.
Cuando yo ya llevaba un rato en el ofuro, por fin han terminado y se han metido también dentro pero oye.. que a los 5 minutos, vuelven a salir para volver a ducharse mil veces más. Al final me he ido del onsen y ahí seguían duchándose. Yo no sé si es que estas mujeres no se habían duchado nunca antes en su vida, si no sabían ni que era el agua o si simplemente querían gastar mucho champú/gel/acondicionador/agua... aprovechando que habían pagado pero la verdad es que he alucinado. Porque aún después de vestirme, ponerme cremas, lavarme los dientes, peinarme... aún seguían ahí dentro dándole a la ducha... incomprensible.
Pero la cosa es que primer día en Japón sola, superado y encima con takoyaki para cenar que estaba deseando volver a comerlo. Lo sé, ha sido solamente el viaje, pero creo que ya es un gran paso, ¿no?