Hoy he ido a pasar el día en Arashiyama. Desde hace mucho tiempo tenía ganas de ir a ver esos bosques de bambú pero en los viajes anteriores no había podido ir, así que este era el momento para ello.
Así que después de desayunar en el hotel en el que tenía bufet libre estilo oriental he cogido un tren dirección Arashiyama que está a un ratito en tren desde Ôsaka ya que primero he tenido que ir hasta Kyoto y después ya hasta Arashiyama.
Una vez he llegado a Arashiyama he ido hacia el bosque de bambú (que básicamente es hacia donde iba todo el mundo). Si en las fotos me parecía bonito, estar ahí me ha parecido todavía más increíble. En medio del bosque de bambú, hay un templo, el Tenryu-ji al que no he dudado en entrar y la verdad es que me ha encantado estar en ese templo, poder entrar no solamente en los jardines sino también en el templo en sí. Eso sí, en ese templo había mucha gente y en ocasiones ha sido un poco agobiante estar ahí paseando.
Después del templo, he seguido paseando por el bosque de bambú y pese al calor que realmente ha hecho en el bosque en sí se estaba bastante fresco y ha sido muy agradable pasear por ahí aunque también había mucha gente la verdad.
Más adelante en el bosque, he visto que había otro jardín distinto, en este caso era el Ôhkouchi Sansou Garden en el que hay la que fue la casa del actor Denrijô Ôkôji conocido por sus papeles de samurai en muchas películas. He de decir que el paseo por esos jardines ha sido precioso, con unas vistas muy bonitas de la ciudad de Kyôto.
Es cierto que quizás la entrada para ver estos jardines tiene un precio algo elevado (1.000 yenes, unos 8€) pero a la vez incluye un té tradicional japonés y una pasta de matcha en una pequeña casa del té muy japonesa y rodeada del bambú. Así que personalmente me ha gustado la experiencia, la visita y el detalle.
Antes de irme de Arashiyama he pasado por el templo Nonomiya, que en realidad está al inicio del bosque y es totalmente gratuito pero cuando he pasado por él estaba lleno de gente y lo he dejado para más adelante y realmente cuando he vuelto estaba casi vacío así que he aprovechado.
Después de ello ya me he vuelto para Ôsaka y he aprovechado para pasear por Dotonbori e ir a cenar okonomiyaki. Dotonbori es realmente una calle bastante agobiante, llena de gente, luces y restaurantes. El okonomiyaki es la comida típica de Ôsaka (junto al takoyaki) y aunque he pasado bastante calor porque para ese plato sueles tener la plancha en frente para que la comida termine de hacerse. Pero vale la pena.
Y ya para terminar el día, he vuelto al onsen del hotel y ¿adivinad? Estaban ahí las dos mujeres coreanas que han vuelto a estar duchándose mil veces y encima hoy le sumamos que han estado hablando (casi chillando) mientras se estaban duchando cosa que bueno, creo que es bastante molesta.
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