viernes, 29 de junio de 2012

Kyoto

¡¡Buenos días!!

Ayer quise poner el diario de todo el día, pero al llegar al hotel nos encontramos con que el internet iba realmente mal, así que desistí mis intentos de conectarme y hacerlo y me fui a la cama. Así que ahora os cuento un poco todo lo que hicimos =D

Ayer fuimos a Kyoto. La última vez que vine, fue una de las ciudades que más me gustó, así que era una parada imprescindible que teníamos que hacer ^^u

Empezamos yendo a ver el templo del Ninnaji. Es un templo precioso, y eso que no es de los más conocidos. Realmente yo lo conocí a través del manga de Aoki Kotomi de BokuImo. Allí no había muchos turistas así que pudimos pasear tranquilamente y hacer un montón de fotos. Según recuerdo, cuando fui la última vez había menos partes abiertas. Lo mejor de este templo es que lo puedes visitar casi todo por su interior, pasear por las diferentes partes del templo, ver las estancias...



Después de allí, fuimos al Kinkakuji, templo imprescindible de ver para quien vaya a Japón. Es el templo del oro y representa que toda su estructura tiene un baño hecho de oro. Es precioso aunque no te lo dejen ver por dentro ni nada, pero es precioso todo lo que lo envuelve.


Al terminar, fuimos a comer y, como siempre, nos dieron el agua. Que mal lo pasé cuando al beber el agua noté que tenía un saborcillo a café. ¡Qué asco! Con lo poco que me gusta a mí el café. Por suerte las siguientes tazas de agua no tenían ese sabor, era agua normal jajaja.

Por la tarde fuimos al Ginkakuji. Representa que es el templo de plata, aunque como se gastaron tanto dinero en el de oro, se quedaron sin para éste. La última vez yo no fui a verlo por falta de tiempo y por ese motivo he ido este año. Pero realmente, me ha decepcionado bastante este templo. Lo que es precioso es todo el parque que lo envuelve, puedes pasear por todos los jardines, incluso en el recorrido subes por la montaña y ves todo Kyoto, precioso. Pero luego el templo en sí decepciona un poco.


Para finalizar con los templos, fuimos al Kiyomizudera. Tuvimos suerte que nos dejaron entrar, porque llegamos a las 5.55 (en Japón antes de las 6 está casi todo cerrado...) y nos dejaron entrar. Tuvimos que ver el templo un poco rápidamente, porque los de seguridad nos iban dando prisa, pero a mi volvió a encantarme. Me hubiese gustado poder verlo un día con el agua cayendo por todos lados, pero ni esta vez ni la anterior pude hacerlo.



Como todo el mundo sabe, Kyoto es conocida por ser la antigua capital y, por ese motivo, todavía en el centro se guardan muchos recuerdos de esa época. Con recuerdos me refiero a que en la parte central, Gion, quedan casas antiguas que supongo que eran las antiguas casas de Geishas. Allí enmedio también se encuentra el Gion Corner que es lo último que vimos en Kyoto. En el Gion Corner se hacen diferentes pequeños espectáculos representando el arte floral, la ceremonia del té, la música de Koto, el Kyomai (danza que hacían las Geishas, en este caso, fue una Maiko la que bailó)... Es un espectáculo un poco caro, pero en mi opinión, vale mucho la pena porque es precioso y único.



Cuando terminó, intentamos ir a buscar una calle, Pontocho. Habíamos leído por internet que era preciosa, que tenía toda la esencia del Kyoto antiguo y que era imprescindible. No sé si no la encontramos, pero fuimos a la dirección que ponía allí y no vimos que fuera tan espectacular ni nada. Así que finalmente ya nos fuimos para el hotel a descansar y dormir un buen rato.

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